La reforma educativa en realidad esconde una reforma laboral perjudicial para los trabajadores de la educación: Miguel A. Arce

Tepic, Nayarit a 8 de marzo de 2014.

Por: Lorena Meza Reyes

* La reforma educativa, debe discutirse con reposo y con un espectro alto de actores

* La reforma educativa en realidad esconde una reforma laboral perjudicial para los trabajadores de la educación.

El día de hoy en el congreso del estado de Nayarit, se aprobó la reforma a la ley de educación del estado.

El diputado Perredista Miguel Ángel Arce Montiel  tomo la palabra, primeramente dijo; Reconozco y saludo a las mujeres en este día internacional, reconozco su trabajo, esfuerzo y lucha a través del tiempo.

La reforma educativa,  considero apresurado discutir y debatir este tema, pues el día de ayer declaró la consejera presidenta del instituto nacional para la evaluación de la educación, Sylvia Irene  Schmelkes del Valle, es conveniente dar una prorroga en la discusión de este tema, y pasarlo hasta el último de este mes, el beneficio de dar una prorroga es mayor que esperar resultados de algo hecho al vapor.

Creo necesaria una prorroga razonable, ya que es conveniente para que no sean apresurados los procesos.

Considero que la misma premura a la aprobación de esta reforma a la ley en materia de educación en el estado de Nayarit, deberían de tener las autoridades educativas y todo su aparato administrativo para el pago de la beca universal, y  más cuando este tema Constitucional que se debe cumplir cabalmente, sin pretextos ni regateo alguno.

Esta situación provoca sospechas y desconfianza de las pretendidas bondades que explícitamente la reforma educativa en el estado promueve pues habitual que allá siempre intereses ocultos pues como la letra chiquita y abigarrada en los contratos comerciales impiden que las personas se enteren cabalmente de las propuestas y consecuencias reales, antes de que padezcan sus consecuencias negativas, a primera vista el proyecto de reforma parece correcto parte de establecer, fines y principios que en general nadie cuestionarían pero en las practicas públicas han caminado por caminos contrarios a ellos.

Así se habla desarrollar una educación formación  armónica de los individuos fomentar el amor a la patria pero en la práctica se implementa una economía privatizadora excluyente y lesiva al interés nacional.

Como lo acabamos de ver en la reforma energética que abre la puerta de manera indiscriminada al capital trasnacional poniendo en riesgo nuestras riquezas naturales los grandes daños de la economía neo liberal que han ocasionado, han daña ceberamente al tejido social, y pese a las constantes reformas educativas de varios sexenios el fracaso educativo no ha logrado abatirse sino que persiste y empeora,  no solo en términos del bajo aprovechamiento escolar de cual ha dado cuenta las mediciones periódicas que se an estado haciendo y refieren que somos uno de los países de más bajo nivel educativo, sino que la educación ha dejado de ser una palanca de desarrollo nacional y del asenso social  de los individuos hoy el éxito personal no está en la educación sino en otras actividades ajena a ellas incluidas las actividades delictivas.

 En la práctica que es donde se constata la verdad se han visto situaciones que nos hacen pensar lo que en realidad se busca es una educación supeditada a los intereses del mercado.

El ejercicio administrativo de los centros escolares en todos los niveles con criterios empresariales en el mal  sentido de la palabra, es decir  enfocados en ahorrar dinero a través de recortes presupuestales,  que afectan las condiciones del trabajo  docente implementando medidas lesivas a los derechos de los educadores, que traducen en perdidas o disminución de sus prestaciones laborales incrementando la carga de trabajo docente y administrativa y estableciendo mayores exigencias de todo tipo por menos salario, sobre explotando muchos docentes por contrato implementando formas veladas de privatización de la escuela, cargándole a los padres de familia gastos que debe erogar el estado. Concluyò