Líneas
Por:
José Ma. Narváez Ramírez.
Como están las dificultades con
el tráfico vehicular en la capital nayarita, todavía hay maestros que se
atreven a tentar al diablo y en varios vehículos de diferentes capacidades
montan una especie de parodia carnavalera presentando grupos de muchachos y
niños hacinados sobre las tarimas bailando al ritmo de música grabada y en
vivo, sin medir el peligro al que se exponen los chamacos (y chamacas) que muy
alegres van desfilando con el peligro de en un inesperado chirriar de frenos ir
a dar con sus huesos en el pavimento y resultar con serias heridas que pueden
ser de pronóstico reservado o de muerte.
Los
padres de familia se prestan a que sus hijos asistan a este tipo de paradas, y
las chavalas lo hagan enseñando pierna y saludando al pasar como reina de la
fiesta, pero deben pensar que muchos conductores de vehículos andan circulando
por las principales avenidas –hoy atiborradas de carros porque se encuentran
tapadas varias calles al encontrarse en reparación de la capa asfáltica- y en
su mayoría lo hacen malhumorados, casi al borde del paroxismo, y de pronto se
encuentran con que va una hilera muy larga de camiones llevando a bordo un
cargamento humano compuesto por menores de edad que van bailando y festejando
“su día” en una ciudad que se encuentra prácticamente bombardeada por las obras
llamadas “sociales” y en donde es muy difícil la circulación vehicular.
Loa
accidentes de tránsito no se dejan esperar y estos desfiles los acarrean en
forma secundaria, ya que los camiones urbanos y los de acarreo de material
circulan por las avenidas principales exponiendo a terceros a los percances
correspondientes.
Nadie
se opone a que festejen tal o cual fecha, pero que lo hagan en forma particular
no precisamente en público, serpenteando por las calles de la ciudad
exponiéndose a sufrir un mal momento.
Control…
Señores… Control… No podemos negar un rato de diversión a nuestros hijos, pero
que lo hagan en lugares donde no sean los protagonistas de accidentes y para
ello están los parques y el recinto de la Feria.
Ahí , detrás del convite, enseguida pasan las patrullas hechas
la mócha para ayudar a los heridos o recoger gente que sufre algún accidente
por causa de la voladencia de participar en estas parodias de carnaval con sus
partiquinos detrás queriendo hacer de comparsas…
Ojala no pase una tarugada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario