martes, 10 de marzo de 2015

Un tipo ridículo, este ratero poquitero pero muy ladino

Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.



Mejor conocido por Layín, sale de por ahí de los platanares de San Blas, montando a caballo o en burro, y dizque repartiendo monedas de “a bute”, le entra a la contienda política, gana y sigue una trayectoria de nivel nacional dándose a ver en los canales principales, aventándole los perros a Adela Micha, que le sigue el juego porque seguramente le está pagando (o prometiéndole un poquito de lo que se robe en el presente trienio) así como viene haciendo con tanta gente que hace caso a sus puntadas que apoya con su flamante secretaria de finanzas.
         Tiene un hermano con un montón de restaurantes de lujo en algunas ciudades de EUA, en especial y en  Panamá; mientras Layín se dedica a la crianza de caballos caros, ranchos,  y a refaccionar –o coyotear- a los productores de mango, plátano y otras hierbas… Sin contar con el apoderamiento de terrenos que estaban mal regularizados. Cosa que ha quedado en el olvido y ya nadie se acuerda…
         Hace unos días salió bailando con una dama que vestía entamalada de la cintura para arriba y en puros calzones de ese límite para abajo, presumiendo de machito platanero, pero las malas lenguas dicen que es puro echador… trae el mandil muy corto…
            No sobra señalar lo del asunto de Playa del Rey, en la que despojó de santuarios a etnias nayaritas, demostrando indudablemente que es un tipo que tiene una mente perversa y hace un gran mal a San Blas, -y a nuestro estado-, pero lo más triste es que la población crea en él y venga demostrando la exigua preparación política de la que carecen la gran mayoría de los candidatos actuales que contenderán en los próximos comicios, dando paso a aquella frase pronunciada por don Rubén Figueroa, sobre lo flaco de la caballada…
         Esto debemos analizar a fondo porque es algo definitivamente incorrecto, intolerable, a pesar de que este delincuente continúe prometiendo las perlas de la virgen y regale miles de cartones de cerveza con el atractivo de amenizar las fiestas con conjuntos de renombre populachero,, pretendiendo ocupar mayores puestos políticos, para seguir robando poquito… ¿Cuánto es robar poquito?

Pero Control… Señores…. Control… las cosas no se van a componer con tipos de esta laya, como Layín, porque nuestra gente les seguirá dando credibilidad porque desgraciadamente: “el jodido, a todas va…”.

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