Por:
José Ma. Narváez Ramírez
El libro que está
preparando el Maestro Abel Andrade Cervantes, Encargado de las Actividades
Culturales del SUTSEM, sobre la vida de los hermanos Altamirano desde sus
inicios en el municipio de Jala, hasta su desarrollo por diversas poblaciones
del norte del estado especialmente en Santiago Ixcuintla, ha causado muy buena
aceptación entre los ciudadanos que recuerdan las grandes actuaciones musicales
que conquistaron un lugar preponderante entre la sociedad nayarita, por su
extraordinaria dedicación y entrega al unirse y formar parte de las grandes
bandas de aquellos días y dar al mundo de la música de México muy buenos
trompetistas como Carlos, Honorato, Arturo y Mario, así como otros intérpretes
que incursionaron brillantemente por los
caminos musicales, como el Profesor Juan, don Mateo, Adalberto, “El Húngaro”
(aquel inolvidable baterista) y muchos otros que conformaron durante varios
años la mejor orquesta de Santiago y radicaron en este pueblo uniendo sus
destinos a los de hermosas mujeres oriundas de este lugar y de otros municipios
de la entidad.
Tocaron en el famoso “Casino de Santiago” que regenteaba por
aquellos días don Manuel Robles Sánchez, en el que organizaba bailes
inolvidables que todavía recuerdan muchos nayaditas. También participaban en
las procesiones que durante quince días se efectuaban por las calles
principales de Ixcuintla en la
Feria de Primavera, en los bailes del Jueves de Ascensión, los
de Gala de fin de año, alternando con grandes orquestas que venían a amenizar
estas suntuosas fiestas, como las de Ismael Díaz, Los Violines de Villa
Fontana, Pablo Beltrán Ruiz, Los 9 con Tomás, Luis Alcaraz y tantas otras.
Era el conjunto musical de moda que participó toda una época
en los grandes acontecimientos de nuestro pueblo, así se le escuchaba en
fiestas particulares, festejos escolares y artísticos, como en la zona roja, ya
que tocaban indistintamente en la
Iglesia del Señor de la Ascensión , en el Teatro Colón, como en los
terrenos “de la competencia” y siempre lo hacían magistralmente. Hoy todavía
quedan algunos músicos (como Mariano Abud y otros) que representan a la escuela
de aquellos famosos hermanos.
Luego se le fueron agregando otros músicos, como “Chava”, un
guitarrista excepcional que interpretaba como un maestro, entre otras melodías:
“Canción de Septiembre”, “Tango Azul” y muchas más.
Igualmente destacaron en la política del lugar, como
Adalberto en la CTM
en los tiempos de don Emilio M. González, e impartiendo clases de música en las
escuelas primarias, secundaria y preparatorias, como el Profesor Juan.
Fueron
parte importante en aquellos mágicos “Baile del Kilo” y el de “La Gallina Robada ” que organizaban
los estudiantes de la época, y se cuentan varias anécdotas que forman parte de
la historia de esta población.
Los
hijos de estos músicos inolvidables, destacaron en el mundo de la medicina, el
magisterio y en otras profesiones, así como también las hijas, que han cursado
carreras en los campos del estudio y han triunfado en certámenes de belleza en
este pueblo de banquetas viejas…
Control…
Señores… Control… Que en realidad hace falta revivir la vida de aquellos
grandes forjadores de nuestra patria chica, que de una forma u otra
contribuyeron a la integración de extraordinarios romances que culminaron en la
unión de sus corazones para llegar al altar y crear el inicio de nuevas
familias en donde todavía pululan los abuelitos de hoy, jóvenes del ayer, que
bailaron y vibraron al compás de la
Orquesta de los Hermanos Altamirano…
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