martes, 20 de mayo de 2014

La historia de Alan: un periodista desplazado por el narco

Por: Nora Villegas.

Mauricio me contó que un colega amigo suyo había recibido amenazas de muerte y varias muestras cercanas que le daban la horrible certeza de que cualquier día podía amanecer muerto, descuartizado, torturado o desaparecido. Sentí miedo también yo cuando solicité esta entrevista; me pidió sólo llamarlo Alan y no dar datos que puedan vulnerar la seguridad que se ha construido con la ayuda y comprensión de su familia y amigos periodistas. Hola Alan gracias por aceptar darme esta entrevista ¿cómo estás? pues bien, aquí trabajando, arreglando unas fotos y escribiendo; chamba después de la chamba, pero es la que uno hace por gusto.
¿Qué significa para tener que abandonar su lugar, su familia, amigos, por miedo, por sobrevivir porque creo que eso es lo más difícil del asunto? si, fue muy difícil. Abandonar el hogar, el terruño donde creciste es lo más difícil, tener que dejar a tus padres... eso es lo que más me dolió. Sobre todo tener que decirles que la profesión que tanto he aprendido a amar me puso en peligro.

Cuando me metí en este problema, ni siquiera el Director del medio para el que trabajaba me llamó para preguntarme como estaba o que había pasado...
Los periodistas tenemos un espíritu vagabundo y trotar el mundo es un lujo para nosotros, sin embargo bajo circunstancias de miedo, amenazas, incertidumbre, es diferente, vivir con miedo y andar con miedo es diferente ¿no crees? Nunca imaginé que viajaría por temor a sufrir algún atentado, extrañas a todo mundo, más cuando estás en estas circunstancias; pero por fortuna soy una persona que tanto aprecia la compañía como la soledad, quizá por eso no me ha resultando tan difícil vivir solo.

¿Tienes hijos? ¿esposa? ¿hermanos? Hermanos, algunos amigos que los considero hermanos y que también tuve que dejar. De todos mis amigos sólo a 2 de ellos les dije a dónde y por qué me iba. Hijos no tengo y a la novia la tuve que dejar cuando salí... acababa de terminar con ella cuando pasó todo esto, creo que hubiera sido más complicado tener novia y tener que abandonarla...al menos por un tiempo.

¿El medio de comunicación en donde trabajabas te apoyó para llegar a algún lado con algo en las bolsas? ¡No! si te refieres a algún apoyo económico no lo hubo, renuncié de un día para otro, la única persona que me ayudó fue la Jefa de Información, incluso me llevó la renuncia a mi casa para no arriesgarme a tener que ir a la oficina a firmarla. ¡Qué buena ayuda! Lamentablemente el medio para el cual trabajé por 5 años nunca me apoyó; ni siquiera en capacitarme, no sólo a mí, sino a mis compañeros. Para que te des una idea: en 5 años que laboré como periodista, nunca hubo interés de mandarnos a algún curso de capacitación y ahora que sigo como periodista en otro medio y apenas tengo un año y medio, la empresa me ha ayudado con 6 cursos de capacitación en diversos temas. Cuando me metí en este problema, ni siquiera el Director del medio para el que trabajaba me llamó para preguntarme como estaba o que había pasado...

¿Cuentas con algún tipo de medida cautelar de protección por parte del mecanismo de SEGOB o de la Fiscalía de PGR, algún apoyo de alguna organización civil de periodistas? Ninguna. Todo fue tan rápido que tuve que tomar acciones inmediatas para garantizar mi integridad, incluso traté de acudir a contactos en la Fiscalía Zona Sur para exponerles mi problema y se me negó la ayuda. Me di cuenta que estaba sólo y que recurrir a la autoridad sería tardado, lo que quería era garantizar mi seguridad y recurrí a mi familia quienes me ayudaron a salir de la ciudad y viajar a otro lugar.

¿Tus compañeros periodistas en tu estado te han apoyado? Hubo dos que me ayudaron a averiguar con contactos de ellos si mi vida peligraba, investigaron y parece que mi nombre estaba en una especie de lista negra o "pendiente", no recuerdo cómo lo mencionaron, incluso yo investigué por mi cuenta y resultó que uno de los delincuentes era conocido mío pues habíamos estado juntos en la universidad... Con el resto de mis compañeros corté toda comunicación pues algunos tenían contactos no sólo con policías y autoridades sino también con delincuentes.
¿Has encontrado tranquilidad en tu exilio? La primera vez que dormí lejos de mi ciudad, en un sillón de un hogar que no era el mío, dormí tranquilo. Sin pesadillas ni preocupaciones.
¿Y a un año y medio de estar lejos tú, sientes lejos la amenaza? Podría decirte que sí, sin embargo he regresado en dos ocasiones y aún no puedo caminar tranquilo por las calles, creo que siempre tendré ese sentimiento de que algo malo me espera a la vuelta de cada esquina, lamentablemente la zona sur del estado no mejora en materia de seguridad; acciones fallidas por parte del gobierno, una creciente apología del delito y lo que es peor, a los criminales - sicarios - se les ve como modelos a seguir. Creo que se ha fracasado como sociedad, ni siquiera cabe referirnos a ella como "civilización", ya el ser un delincuente y un asesino es una manera aceptada de salir adelante y obtener riquezas a costa de la vida y el sufrimiento de otros.
¿Crees que pronto puedas regresar a tu casa, a tu estado, a tu vida? Pronto no. Las personas con las que tengo contacto me dicen que aún no es seguro, incluso uno de mis compañeros tuvo que renunciar después que yo por la misma situación y otro más recibió amenazas. No me veo en 5 años regresando, creo que mientras la seguridad no mejore difícilmente podre caminar tranquilo por las calles de mi ciudad. Lamentablemente, la inseguridad se mantiene en el país. Creo que mi caso es sólo uno de muchos y no sólo hay periodistas afectados sino trabajadores y personas en general que tienen que irse y abandonarlo todo por conservar sus vidas.

¿Crees que haya alguna reflexión sobre los periodistas que han tenido que abandonar sus lugares de origen y que quieras compartir?
Vivimos en un país donde efectivamente, el periodismo es la profesión más peligrosa para desempeñar, comentando con algunos colegas que han viajado a medio oriente teníamos el debate de si allá era más peligroso que en cualquier estado de México para ejercer el periodismo y desgraciadamente sí lo es. Allá al menos los bandos están definidos, sabes quienes son las fuerzas del gobierno y quiénes los rebeldes; el problema con México es que no sabes quién te va a disparar...puede ser cualquiera. Aparte, el enorme grado de impunidad que existe es otro problema pues existen crímenes y no hay castigos ejemplares ni medidas reales de prevención. Sin embargo creo que existen compañeros que aun a sabiendas de los riesgos deciden informar la verdad a costa de su propia vida, necesitamos más periodistas comprometidos que ayuden a quitar el estigma de "amarillismo" que viven los medios de comunicación actualmente.

La peligrosidad del mundo no radica en los hombres que hacen el mal, sino en aquellos hombres de bien que no hacen nada para remediarlo. Por ello no es de valientes callarse hay que alzar la voz y más importante, actuar

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