Lorena Meza Reyes.
Es increíble que aún marquemos en el calendario la fecha en
la que se celebra la "supuesta" libertad de expresión que gozamos
todos los que vivimos en México. Efeméride hipócrita y llena de mensajes de
"dientes para afuera. (fecha
que es cambiada a gusto de cada Gobernador )
Para mí, celebrar el día de la libertad de expresión,
representa una falsedad y un insulto a la inteligencia de quienes trabajamos
cerca o en los medios de comunicación. Es increíble cómo en pleno siglo 21,
seguimos con los discursos demagógicos de políticos, funcionarios de todos los
niveles y gente "lambiscona" que vive de las migajas del poder y se
refieren a que la libertad es un logro como si fuese una conquista de un
sindicato "charro" como pudren el desarrollo de ésta nación.
Celebramos la libertad de expresión en medio de un mar de
tiburones deseosos de reinstalar la vieja práctica de mandar callar a quienes
tienen la osadía de hacer preguntas incomodas al sistema. Tenemos la
desfachatez de celebrar el día de la libertad de expresión cuando ésta, solamente
es libre hasta llegar al escritorio de muchos directores editoriales que aún
deben favores al viejo sistema. La complicidad entre malos periodistas y
corruptos funcionarios, ha sido otro de los factores para que las cosas no se
digan como son, ni como fueron. Pocos se atreven, pero al cabo de poco tiempo,
tendrán que buscar otras alternativas para mejorar su ingreso económico.
En nuestro estado el día de mañana pondrán con letras doradas
nombres de periodistas que como siempre
fueron delante de nosotros, los que abrieron camino para todos aquellos que hoy estamos en el medio,
cuando la carrera de comunicaciones no existía y un maestro o abogado tomaban
su pluma para escribir el día a día. Aquellos como Cecilio Cervantes Testa,
Paco Ocampo, que según anécdotas subían en las camionetas de carga que
visitaban ejido por ejido vendiendo frutas, verduras, chorizo y así poder
viajar, ejido por ejido buscando la noticia. Cuando formar un periódico llevaba
días enteros pues tenían que acomodar tipo por tipo cada palabra para imprimir
en aquellas viejas prensas, donde si se movía un tipo echaba a perder todo el
trabajo. Ellos, los que abrieron los caminos que están ahora en el cielo,
abriendo nuevos caminos, serán reconocidos mañana, pero solo eso, pues su
trabajo, esfuerzo queda en eso en unas letras doradas en la explanada de la plaza principal de
Tepic, pues a sus viudas, se les olvida
junto con el recuerdo de ellos. Así de
poco representamos, así de poco valemos, ni para que coman los nuestros cuando
ya no estemos, al contrario de lo que la mayoría cree, nuestro gremio es uno de
los más desprotegidos y vulnerables, donde un periodista no tiene derechos, menos
si es independiente, pues no hay servicios sociales para ellos, ni beneficios para lograr tener una casita, o apoyos para
equipamiento, financiamientos para autos o cosa alguna que favorezca nuestra
forma de vida. Solo el tan mencionado chayote, pero yo me pregunto dónde está
esta chayotera, de la cual tanto hablan.
Mientras tanto, Felicidades a todos los Comunicólogos de la
Nuestra Bella y "libre República Mexicana"
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