Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez
Usted, doctor Leopoldo Domínguez,
sabe que el esfuerzo que está desarrollando al ocupar el cargo de primer edil,
es más intenso que el desplegado en las campañas que acaba de coronar con el
triunfo contundente sobre sus más cercanos adversarios –en la de Diputado y en
la de Presidente Municipal- y comprende perfectamente que el haber ganado ambas,
no le va a permitir sentarse a observar muy de cerca los problemas que le
dejaron sus predecesores, sino que hay que entrarle a resolverlos de inmediato
y hacerlo bien, aunque le hayan dejado las arcas vacías y pese a los obstáculos
que le pongan los de enfrente para hacerlo quedar mal.
Pero
también sabe que no lograrán mermar un ápice la lucha que ha emprendido para
sacar adelante a su municipio. Ya después hablará el pueblo de su futuro como
político, y lo hará bien, ahora hay que trabajar y muy duro.
Hoy
se trata de la repartición de puestos públicos y de la designación en ellos de
las personas idóneas, para no andar después echando culpas a estos por los
errores cometidos.
Ayer
supimos que Martín Zamora Santoyo es uno de los más abocados para ocupar la Dirección de Medios o de
otro puesto al que está en espera de ser llamado. Creemos que, como el
licenciado Luis Alberto Bravo Mora -responsable del Grupo Titubo- que lo
escogieron para Arte y Cultura, igualmente se desempeñarán a la altura porque
su preparación así lo indica. Serán acertadas estás designaciones.
No
nos hemos enterado de los otros “candidatos” a ocupar los demás cargos, aunque
opinamos que no sería aceptada la dualidad de funciones, por ejemplo en la
secretaría de gobierno municipal, la privada y otras varias que con un
encargado quedarían listas para desarrollar funciones, pues en campaña usted
dijo que eliminaría algunas dependencias que consideraba inoperantes, pero como
dice el viejo dicho: es de sabios rectificar y el que se equivoca con volver a
mandar tiene… Pero Juan Pueblo puede decir: no se vale.
Lo que
queda en el tintero es la situación de las finanzas en la Tesorería , ahí está la
clave para el buen desempeño de su gestión y no se le olvide que quien bien
empieza siempre acaba excelente. Es muy pronto para señalar desvíos de
consideración pero es absolutamente necesario presentar “gáita” a las personas
que confiaron en usted y que esperan ver claro desde un principio. A los buenos toreros desde el paseíllo se les
ve la clase y usted saldrá airoso desde el inicio de su mandato.
Ya
empezaron con las protestas de la “inversión inútil” en la UAN , pero si les va a hacer
caso a cabrones –como dicen en Santiago- los engrandecerá y Control… Señores….
Control… usted no le prestará el menor interés a quien no lo merece… De eso
estamos seguros y si no, como dice don Pedro: ¡a los caballos!
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