Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.
Podría decirse que esto de los
cambios en el equipo de gobierno, como que suenan a necesarios por ser muy
atinados, ya que los individuos que detentaban esos puestos solamente servían
para tres cosas (como dice el Cora Marismeño: “para nada, para nada y para
pura…”) porque la mera verdad no hicieron absolutamente nada para trascender;
el primero se enredó con los dos cargos que ostentaba y el segundo se volvió
pelotas al interpretar a su patrón en forma maromera y cantinflesca –o
achimoltrufiada- ya “que como decía una cosa decía otra” … Por algo se ganó el
título de “Pepito Atoles”…
En
fin, salieron del equipo de manera económica, ya que se les despidió en un
hotel de cinco estrellas pero sin los grandes dispendios de los eventos
especiales, (aunque no había razón para hacerles fiesta rimbombante), y al
mismo tiempo aprovechando la recta para darles la bienvenida en otros cargos
alejados del gobierno –al parecer- de cierto caché… pero de cualquier forma
despedidos como tapones de sidra…
No
les deseamos mucha suerte en sus futuros trabajos porque llevan unas
recomendaciones muy separadas a la realidad desempeñada, ya que desde el inicio
de sus gestiones se portaron muy “ojáis” con sus –según ellos- cuatachos de los
medios… y no se les dispensa porque recibían jugosa paga de parte de su patrón
con cargo al erario, pero sin hacer uso de esos presupuestos para ayudar a los
informadores… solamente les daban una miseria… “sin querer queriendo”…
Queda
demostrado que por más que se destaque en el oficio de comunicador o
periodista, los directores no van a jalar con los de infantería y estos tendrán
que hacer el recorrido acostumbrado en calidad de mendigos o pordioseros, ya
que esas son las “reglas” de la “libre-expresión-maquinada”…
Veremos
quienes vienen a suplir a este par de jóvenes desenchufados del presupuesto,
dando lugar a -los tres- que ahora sí vendrán a ocupar la secretaría de
gobernación, y las direcciones de prensa y turismo… Sin olvidar otros ocho
cargos del grupúsculo que los acompaña y que al parecer, quedarán vacíos o se
repartirán entre la demás tropa… ¿Nombres? Realmente no interesan, porque
seguirán cumpliendo con las órdenes del patrón al pie de la letra… así que los
que queden serán como zombies…
Solamente
que resta en el tintero que ésta es una señal inequívoca de que las cosas no
andan lo bien que se presumía, y que se vendrá una caída estrepitosa… Control…
señores… Control… Como decía nuestro ídolo el Chavo del 8: “Que no panda el
cúnico”… Las cosas por su propio –y devaluado- peso…
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