El investigador
del Centro Nayarita de Innovación y Transferencia de Tecnología (Cenit2),
Javier Germán Rodríguez Carpena, creó una dieta para cerdos con subproductos de
aguacate, que da como resultado carne con una calidad nutritiva superior y
tiempos más prolongados de vida en anaquel.
“Nayarit ocupa el
cuarto lugar a nivel nacional en cuanto a producción de aguacate, la mayor
parte se selecciona para su venta para consumo humano, pero por lo menos 10 por
ciento no tiene ningún uso y es desechado. El objetivo es aprovechar esos
subproductos que conservan todas sus características y que solo por ciertos
defectos no cumplieron con los estándares; nosotros aprovechamos la fruta para
convertirla en proteína animal”, afirmó.
El investigador
del Cenit2 —espacio de investigación que pertenece a la
Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) —, explicó que si bien el aguacate es un
fruto con alto contenido en grasas, estas son insaturadas y son perfectamente
aprovechadas por el cerdo para realizar sus funciones metabólicas.
El aguacate que
no cumple con las características para su comercialización es procesado en el
laboratorio, triturándose hasta conseguir una pasta del fruto; posteriormente
esta se sustituye hasta 30 por ciento en la dieta convencional para los cerdos,
la cual está hecha principalmente a base de harinas de maíz o sorgo, soya,
vitaminas y minerales comercialmente disponibles.
“Hemos hecho
pruebas para, en primer lugar, conocer si los animales se comerán el aguacate;
en segundo momento, qué tanta cantidad podemos incluir para que todavía lo
consuman. En los últimos experimentos hemos llegado hasta una sustitución de 30
por ciento con pasta de aguacate, incluyendo este porcentaje los animales
consumen bien el alimento y además tienen buenos parámetros productivos. Cuando
probamos con 40 y 50 por ciento de sustitución, los animales demostraron una
depresión al consumo del alimento”, detalló el investigador.
Sustituir en
dicho porcentaje la dieta convencional por los subproductos de aguacate
beneficia económicamente a los productores —resaltó el miembro nivel I del
Sistema Nacional de Investigadores (SNI) —, ya que el costo del fruto es menor en comparación con
el alimento comercialmente disponible, agregó que en la producción animal la
mayor inversión es para el sustento de los ejemplares.
Mejores parámetros productivos
Rodríguez Carpena
destacó que los cerdos consiguen hasta 10 por ciento más de peso con esta dieta
y, además, la carne —una vez sacrificado el animal— tiene menor porcentaje de
grasas saturadas, mejor color y una vida de anaquel hasta por quince días sin
demeritar sus cualidades sensoriales.
“En las
evaluaciones hemos observado que los animales tienen mayor ganancia de peso en
comparación con un animal que consume una dieta normal. Por otra parte, la calidad
de la carne mejora, las grasas saturadas se reducen hasta en 10 por ciento y
también estamos mejorando la estabilidad oxidativa, esto quiere decir que puede
durar en refrigeración por más tiempo sin perder sus propiedades ideales, como
el color rojo, su olor y, a la cocción, un sabor agradable”, afirmó.
También el
volumen de grasa en el animal reduce en 15 o 20 por ciento, a pesar de que el
cerdo por genética tiende a acumular una vasta grasa de cobertura.
Paralela a la
línea de investigación con cerdos, el doctor Rodríguez Carpena y su equipo
iniciaron un modelo experimental con borregos y la dieta de subproductos de
aguacate; hasta el momento se han obtenido buenas muestras pero estas continúan
en proceso de evaluación.
“Con borregos
tenemos un menor número de datos porque su sistema digestivo es diferente.
Estamos en etapa de experimentación pero sí hemos observado que, al momento del
sacrificio, la carne muestra un mejor color y brillo; los análisis están en
proceso”, finalizó.
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