En una carta entregada en la Nunciatura Apostólica, comunidades
indígenas y ribereñas afectadas por el proyecto ubicado sobre el río San
Pedro Mezquital, en Nayarit, solicitan que el pontífice interceda por ellas
ante el Gobierno durante su visita al país. Denuncian impactos graves en los
derechos humanos y el ambiente de ejecutarse el proyecto.
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Ciudad de México,
México. Con motivo de la
visita del Papa Francisco al país, comunidades indígenas y ribereñas de
Nayarit escribieron una carta pidiendo que el pontífice interceda ante el
Presidente Enrique Peña Nieto para evitar la construcción de la hidroeléctrica Las Cruces sobre el río San Pedro
Mezquital. La ejecución del proyecto, denuncian, pone en riesgo sus medios de
vida, cultura y Marismas Nacionales, uno de los humedales más importantes de
México. La carta fue entregada en la sede de la Nunciatura Apostólica.
"...solicitamos
respetuosamente a Vuestra Santidad que durante su visita al país interceda
por nosotros ante el Presidente Enrique Peña Nieto para que su Gobierno
impida las violaciones de los derechos de las comunidades indígenas y
ribereñas en nombre del desarrollo, y desista de llevar adelante el proyecto
hidroeléctrico Las Cruces por los impactos de éste en las personas y el
ambiente", se
lee en la carta.
La Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT) otorgó los permisos ambiental y de uso de agua
para la operación y construcción de la hidroeléctrica. "Lo hizo sin
haber garantizado el derecho a la consulta previa de los pueblos indígenas
afectados por el proyecto: Náyeri, Wixárica, Mexicanero y Tepehuano. La
SEMARNAT condicionó la autorización a que la Secretaría de Energía compruebe
la realización de una consulta a los pueblos indígenas, lo cual debería haber
ocurrido antes de emitir las autorizaciones", dijo Sandra Moguel,
abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
Los indígenas celebran y recuerdan que
en su Carta Encíclica Laudato Si', el Papa Francisco reconoce el
aporte esencial de las comunidades indígenas a la promoción y cuidado de los
recursos naturales y la cultura. "El río San Pedro no sólo es
parte de nuestra vida, sino también fundamento de nuestra espiritualidad;
todo su trayecto, cuencas y territorio que atraviesa, son un espacio sagrado
para afianzar identidad y valores", dijo Julián López Cánare, miembro del Consejo Indígena Náyeri, quien entregó
la carta.
Ese caudal también alimenta a Marismas
Nacionales, uno de los humedales más importantes del país, reconocido como
Reserva de la Biosfera y Humedal de Importancia Internacional por la
Convención Ramsar, tratado intergubernamental para la protección de ese tipo
de entornos.
Finalmente, las comunidades indígenas
denuncian en su carta que la presión sobre ellas para imponer el proyecto ha
ido creciendo mediante detenciones ilegales y hostigamiento por parte del
Gobierno, así como por actos que simulan una consulta previa, misma que no
puede ser tal si el proyecto ya fue autorizado.
"Su
Santidad, esperanzados en el poder de su intercesión, nos despedimos con el
deseo ferviente de que su Carta Encíclica Laudato si' inspire e impulse
cambios profundos en las políticas, prácticas y creencias de gobiernos,
empresas, sociedad civil y en la mentalidad de cada prójimo, con miras a
construir un mundo más justo, más humano y realmente sostenible".
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“El
movimiento por el Río San Pedro Libre, somos un conjunto de organizaciones e
individuos que emprendemos acciones tendientes a preservar la identidad
comunitaria y a promover la conciencia ambiental, para impulsar la
participación activa de los primeros interesados en el logro de la conservación
del patrimonio cultural, territorial y ambiental en la Cuenca de Río San Pedro
y Marismas Nacionales Nayarit”.
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