Un nuevo estilo de información

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

Nos platicaban dos alegres compadres acaponetenses muy trabajados, jubilados con derecho a hoja roja de las de cincuenta o más miles pesos de préstamo en el ISSSTE, que ellos quieren mandar imprimir un periódico pero que no repita las noticias de los boletines de gobierno, que no ponga a ocho columnas las opiniones personales de un mandatario o de un funcionario en el poder, porque se supone que es una persona al servicio del pueblo y éste es su patrón, no su burla o mucho menos su jueguito… Que trabaje para ayudarlo y administrarle los dineros de las arcas oficiales, en forma digamos honesta y responsable no para meter las manos impregnadas de avaricia y maldad y cobrar grandes cantidades por esos servicios.

         Todo iba bien en el papel, pero ya en la práctica como que no encajaban las cosas… Porque se supone que el periódico está para informar al pueblo del cómo se aplican los dineros dentro de los programas diversos de apoyo a la gente en todos los servicios -salud, educación, recolección de basura, agua, drenaje, alcantarillado, limpieza de calles, cultura, alumbrado, vigilancia, tránsito, calles, caminos, carreteras, deudas atrasadas y nuevas, pago puntual a empleados de gobierno, jubilados, funcionarios y párele de enumerar, porque para esto se ocupan varios miles de individuos con credencial de “empleados de gobierno” o burócratas de base y de confianza… y todos cobran, unos puntualmente y otros cuando los de arriba deciden.    

         Imaginen ustedes la cantidad de obras de servicio social y de seres humanos que dependen de los impuestos que se recaudan en el gobierno… La cantidad de gastos que origina la papelería para controlar al millón y pico de habitantes fijos en el estado… la cantidad de medicamentos que –cuando hay- se reparten entre los miles de derechohabientes del ISSSTE, del Seguro y de todas las instituciones de salud… las escuelas, útiles y maestros que se necesitan para impartir las clases en los cientos de miles de salones que sirven para ello… los mies de policías de los diferentes cuerpos que se ocupan… los presos que hay que mantener… En fin, los mares de gente que se necesitan para integrar una sociedad que genera gastos y que al mismo tiempo proporciona dinero contante y sonante para solventarlos… Hata se supone que le queda para construir obras y proporcionar servicios.

         ¿Cuánto cree usted que cobra bimensualmente la CFE por los servicios prestados y cuánto gasta para proporcionarlos? ¿Por qué no nos ajustan los centavos que producen los miles de millones de barriles de petróleo que extraemos y se siguen encareciendo la gasolina el gas y todos los derivados? ¿Dónde quedan las bolitas?

           Los alegres compadres acaponetenses se siguen preguntando todavía de dónde sacan los editores para mantener los grandes rotativos en los que imprimen los diarios de mayor circulación que cuestan muchos miles de millones de pesos mensuales… Y de dónde sale el dinero para pagar los pequeños periódicos… y los de combate… y los de cultura (¿) y los de publicidad pagada… Y…

         Mejor dijeron: Control… compadre… Control… La única información creíble es la nota roja y ésta la sabemos levantándonos temprano y yendo a los mercados… Ahí nos enteramos hasta de cómo anda la bolsa… Y cuánto le salió al país la liberación de Caro Quintero… Así que… Mejor ahí muere…