miércoles, 2 de julio de 2014

Se acaban los bochinches de campaña

Líneas
Por: José Ma. Narváez Ramírez.



Las campañas deben ser para escuchar las propuestas ciudadanas, las quejas contra los malos servidores públicos, contra las raterías que están a la orden del día y contra los abusos que cometen los funcionarios dizque al servicio del pueblo.
         Creemos que todo lo demás son puras poses politiqueras que, como así se estila desde los tiempos de la dictadura porfirista o con más anterioridad, pues se desatan los ciudadanos calenturosos que se desgarran las vestiduras por ser los escogidos para sacrificarse por los nayaritas, gastando a manos llenas el dinero del pueblo, y todos, sin excepción –unos más y otros menos- tienen cola que les pisen… pero hacen como que no la ven y la recogen enredada entre sus brazos…
         Pero nuestra gente, que no ignora nada de lo que pasa en las esferas del poder, o en las alcobas de la corte, se hace la desentendida esperando que el eterno “ahora sí” se presente milagrosamente en la escena y se logre de una vez por todas desentrañar el misterio de las reformas aprobadas en caliente, del exagerado olvido del salario mínimo, y del cacareado empleo que en el papel llega por miles pero en la realidad ni siquiera por cientos… Y si se les da a las empresas chinas es para que se sigan haciendo guajes con los sueldos de los trabajadores mexicanos, explotados al cien.
         Y para tenerlos contentos y darles a los paisanos un “cierre apoteósico”, trajeron las bandas estentóreas de moda y a los berreantes del momento, para darle el toque de costeños y alegres… Cuando menos por unas horas… Ahí se les olvidó que la gasolina viene subiendo de precio al mismo tiempo que el gas doméstico, y los artículos de primera necesidad ya están tan elevados en precio, que parecen piñatas de posada de rico: colgadas de lo más alto para que nadie las alcance y les parta su madre.
         Ahí se les olvidó que la chamba está más escasa que el dinero y endeudarse es cosa de segundos, los Bancos tienen las puertas más abiertas que los camiones de transporte urbano o que las piernas de muchachonas de la vida alegre…
         Ahí se les olvidó que las medicinas de cualquier farmacia están más caras e inalcanzables que las cervezas en las cinco mil quinientas cantinas del estado, cuando no tienes más que tú salario para mantener a tu familia y no eres achichincle politiquero. Los doctores te cobran como si estuvieran recentando a millonarios y las casas comerciales te venden ofertas de pacotilla para que te ensartes con los artículos caros.
         Ahí se les olvidó que estamos en tiempos de respeto a la ley electoral y que nadie tiene patente de corso para violarla, como dicen que hizo el señor del sombrero. Y que nadie dice ni reclama nada… Además ni caso les hacen…
         En fin, a todos se les olvidó que en La Loma corrieron a los comerciantes que tenían años ejerciendo el comercio en ella y pusieron a familiares y amigos… en sus lugares construyen -con los cien millones- módulos para “recuperar” la lana y subiendo las cuotas de antes. La gente protesta pero nadie les hace caso, por el contrario contrataron un atajo de chavalos para no dejar pasar a los vendedores. ¿Qué pasa aquí?
         Control… Señores… Control… Ya se acabaron los mitotes de campaña, ahí quedan los resultados de imponer candidatos de pacotilla y candidatos del pueblo… ¿Pero respetarán el voto?

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